Redacción de RiojaLibre
¿Estuvo bien que Cano sienta la necesidad de defender a su hijo? SI, estuvo bien.
¿Está bien que un Padre tenga el coraje de poner su cuerpo para defender a su hijo? SI, está bien.
¿Es legítimo que un padre quiera a atacar a quien hostiga a su hijo, ante el peligro de un inminente delito? SI, es legítimo.
¿Vos hubieses reaccionado igual que Cano? SI, seguramente hubieras hecho lo mismo.
¿La Justicia por Mano Propia fue la solución? NO, no lo fue.
Con el diario del Lunes, está claro que la reacción de Cano NO fue la solución al problema. Luego de lo sucedido, Cano fue preso, dejando a su mujer y tres hijos solos, y una familia Torres deseosa de venganza. Cano -literalmente- se ‘volvió loco’ en la cárcel por esta situación, a tal punto que le brindaron la prisión domiciliaria.
Incluso afuera con su familia, el calvario no termina. El Miércoles atacaron e incendiaron la casa de Cano. Aunque no se dijo oficialmente, se sospecha que fueron familiares y amigos de Diego Torres. Pasaron más de dos años y Cano y su familia siguen padeciendo las consecuencias de aquella tarde de ira.
No está discusión si Cano es buena persona o no, si fue legítima su defensa o no. Desde este portal estamos convencidos que es una buena persona, un excelente padre, y un gran trabajador. Lo que se pone en discusión son las consecuencias que trajeron su Jusiticia por Mano Propia.
“Esto es una prueba de lo que estábamos viviendo, del calvario que vivían mis hijos. Me siento solo, abandonado por el estado. Mis hijos son mi vida y toda mi vida me rompí el lomo para darle un plato de comida, no tenemos paz, estamos todos separados. Mis hijos no tienen paz, no tienen vida”, declaró Cano tras el incendio de su Casa.
Las duras declaraciones de Cano son las que demuestran que la Justicia por Mano Propia NO es la solución. Matar a Diego Torres no liberó a los hijos de Cano; por el contrario, como lo reconoce el propio Cano, ‘no tienen paz’ y ‘están todos separados’.
“Siento angustia y desesperación, no puedo dormir, tengo pesadillas. Hay dias que no tengo fuerzas para levantarme. Me siento perseguido mientras duermo”, continuo Cano.
Cano sabe mejor que nadie lo que está viviendo, por eso hay que creerle cuando dice «estoy totalmente arrepentido de lo que pasó”.
Luego, fue el turno de que la Madre de Cano de su opinión: “tengo miedo que le pase algo. No quiero que esto termine de la peor manera, si le pasa algo a él, yo me muero”.
Cano no es un héroe, un ejemplo a imitar. Él mismo relata el calvario que vive y lo arrepentido que está. Cano es un buen padre, abandonado por la Policía y por el Estado. Muchísimas cosas se deben discutir sobre eso, pero si hay algo que deja claro el Caso Cano es que la Justicia por Mano Propia NUNCA es la Solución al problema.
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