Redacción de RiojaLibre
La definición clínica del síndrome de Estocolmo nos refiere a un «trastorno psicólogico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada».
Si lo traducimos al ámbito y lenguaje política, tranquilamente nos podría servir este trastorno psicológico para sintetizar la relación entre la Intendenta Inés Brizuela y Doria y el ex Vicegobernador Néstor Bosetti.
Es que en 2019, en el armado de su Gobierno, la Intendenta le dio varios lugares al bosettismo (desterrado del Gobierno Provincial), entre los que se destacó la Secretaría de Ambiente para Nadina Reynoso.
El acuerdo no solamente fue político, sino que la Intendenta se encargó de ser el principal sostén financiero de la Radio de Bosetti, dándole una jugosa pauta publicitaria de $2.000.000 (año 2020). Sin la pauta del Gobierno Provincial, de no haber conseguido el sostén del Municipio, Radio Fénix hubiera sufrido una crisis financiera terminal.

Pero llegó el 2021 y Néstor Bosetti se olvidó del acuerdo político, traicionando a la Intendenta. Horas antes del cierre de listas, Nadina Reynoso renunció a su cargo en el Municipio para ser candidata en una lista ‘por afuera de la oposición’. Primero fue candidata a Diputada Nacional con Sahad, y luego candidata a Diputada Provincial con Felipe Álvarez.
Esas dos listas fueron las que ‘dividieron el voto opositor’, provocándole al Municipio una brutal derrota en las urnas. Después de más de 10 años, el radicalismo perdió a manos del PJ la Capital, por una diferencia de más de 20 puntos porcentuales.
Por Bosetti, Inés Brizuela y Doria atraviesa una crisis de legitimidad popular irremontable. Lo que antes Bosetti le hacía al Peronismo (dividir votos para que triunfe el radicalismo), en 2021 Tití se lo hizo al radicalismo.
Sin embargo, la Intendenta parece haber dejado ese duro golpe en el pasado, y ahora ‘reconcilió’ su relación con el bosettismo. Otra vez se la puede escuchar en su espacio semanal en la Radio (no sin antes depositar todos los meses una cuantiosa pauta publicitaria), sino que también se avanzó en un nuevo acuerdo político: el Estacionamiento Medido fue concedido a una ignota y nueva empresa con notorios lazos con el ex Vicegobernador.
En el círculo íntimo no pueden entender el comportamiento de la Intendenta: ¿por qué darle tan rentable negocio a quien nos generó el peor revés electoral de la última década?.