Redacción de RiojaLibre
Si el Intendente no va a trabajar por el lapso de seis meses, y nadie lo reemplaza, la Ciudad se paralizaría: si nadie autoriza (firma) las partidas de fondos para solventar las actividades diarias, sobre todo Servicios Públicos, de la Comuna, el caos se apoderaría de la Ciudad.
Ahora bien, el Concejo Deliberante no funciona desde hace meses, y nada pasa: los colectivos siguen funcionando, los camiones de basura siguen recolectando la basura, los trabajadores municipales siguen limpiando las calles, etc.
Esta situación evidencia la prescindibilidad que caracteriza al poder legislativo en la Ciudad. Su funcionamiento NO es ‘imprescindible’ para que el diario funcionamiento del Departamento. Desde hace meses, el Concejo solo es noticia por ‘piñas en el cuarto intermedio’, peleas en plena sesión, rebeldía ante la Justicia, falta de Quorum, una ‘banca robada’, etc. En lo que va del año el Concejo Deliberante no sancionó ni una sola Ordenanza ni reguló ni una normativa.
Estamos próximos a un proceso electoral donde se estima que habrá alrededor de 1.500 candidatos a Concejales (cada lista debe tener 23 candidatos). Teniendo en cuenta que la Ciudad NO siente la falta del poder legislativo, varios se comienzan a preguntar si vale la pena que el Municipio gaste semejante fortuna en un Cuerpo que NO aporta nada a los Capitalinos.
Los ediles deberán hacer una fuerte autocrítica, dejar las diferencias de lado, y ponerse -de una vez- a trabajar. De lo contrario, la ciudadanía podría darse cuenta de que son totalmente ‘prescindibles’.