
El miércoles de la semana pasada RL sorprendió con una variable que hasta el momento nadie había tenido en cuenta: en lugar de un 2019 con un escenario totalmente polarizado entre Cambiemos y PJ (con cierta incertidumbre sobre para qué lado terminaría jugando APU), nos preguntamos sobre la posibilidad de que Paredes Urquiza defina consolidar la construcción de su propio espacio, ofreciendo una tercera alternativa al elector.
Basicamente, el discurso electoral sería el mismo que pronunció Felipe Álvarez cuando fue candidato a Diputado Provincial por Encuentro Por La Rioja el año pasado: ‘ni el peronismo que hace más de treinta años está enquistado en el poder, ni la UCR que hace la misma cantidad de tiempo ofrece los mismos nombres como opositor’. Con apoyo de Nación, y del PJ disidente en la Provincia, Paredes Urquiza propondrá un ‘cambio verdadero’, nuevo (hace un año es ‘opositor’) pero contundente y profundo.
Dicho análisis tomó mucha más preponderancia cuando 48hs después de nuestra nota, el propio Intendente declaró públicamente que analiza seriamente la posibilidad de presentar una alternativa a Julio Martínez como candidato a Gobernador. “No sería dentro de una posible Interna, sino en la elección general”, aclaró Paredes Urquiza, despertando a muchos analistas y operadores: el escenario electoral con tres listas fuertes es una variable altamente probable para el 2019.
¿APU Gobernador? NO, APU Intendente
Un dirigente adquiere el mote de ‘Estadista’ –diferenciándose de la ‘media’ en la vasta dirigencia política- cuando demuestra su capacidad de pensar a futuro, poniendo lo mediato por encima de lo inmediato. Cuando logra sobreponerse a la ‘coyuntura’, entendiendo que un Proyecto Político va más allá de lo que suceda en la inmediatez, es cuando empieza a ser visto por sus pares como ‘distinto’, llámese estratega o estadista.
Hasta el momento, en los últimos años La Rioja ha tenido un solo Estadista, que ‘ve las jugadas’ antes que el resto, y siempre logra ir un paso adelante: Luis Beder Herrera. Sin embargo, con la ‘jugada’ que hizo en Octubre del año pasado, Alberto Paredes Urquiza podría romper con la hegemonía ‘del Dr.’ en esa categoría. Contrariamente a lo que muchos pensaban, y rechazando una ‘tentativa’ propuesta del PJ, APU definió dos semanas antes del #22O apoyar a Julio Martínez para ayudarlo a vencer al PJ.
Fue en ese ‘movimiento’ donde Paredes Urquiza ganó todo el ‘caudal político’ que hoy ostenta. En Octubre de 2017, APU no pensó en el día después de la elección, sino en el año pre electoral de 2018 y –sobre todo- en 2019. Si el PJ vencía a Julio Martínez el #22O, se terminaba el juego de cara al 2019: no habría misterios, Luis Beder Herrera tenía el camino super allanado para volver a la Gobernación. Equilibrando la balanza (el PJ había ganado categóricamente en Junio y en las PASO), Paredes reavivó la competencia, poniendo sobre la cancha nuevamente a Julio Martínez y dejando un ‘final abierto’ de cara al 2019.
Consecuentemente, si Paredes Urquiza consolida su ‘perfil de estadista’ definirá su postura en 2019 no pensando en las próximas elecciones (donde sabe que no cuenta con probabilidades certeras de obtener la gobernación), sino en 2023, cuando cumpla ocho años como Intendente y se vea fortalecido para ir por la Casa de las Tejas.
Pensar en 2023 significa consolidar su propio espacio político, que en los papeles hoy solo se sostiene desde una Intendencia y dos Diputados (uno ‘en veremos’) en Capital. Con una lista propia a la Gobernación, el paredismo –aún perdiendo el premio mayor- podría ganar un par de Diputados más (Chilecito, Chamical, Arauco y otros 9 Departamentos renuevan sus representantes en la Legislatura), por qué no una intendencia más, una de las tres bancas de Diputado Nacional que se renuevan en Octubre de 2019, y –dependiendo del porcentaje que se obtenga- el nacimiento de una fuerza provincial capaz de disputar seriamente el poder real de la Provincia.
Ahora bien –siguiendo esta línea de análisis- si APU piensa en 2023, no será él quien encabece la fórmula a Gobernador (con escasas chances de triunfar), sino que irá por lo seguro –reelección en Capital- volcando todo su apoyo a la lista de Encuentro Por la Rioja. En este tren de especulaciones, por qué no pensar en una lista de EPLR que lleve a Felipe-Tere Luna (o Galván) por la Gobernación y APU-Luna (o Galván) por la reelección en el Palacio Ramírez de Velasco.
¿A quién beneficia más una tercera lista? ¿Mashasha o PJ?
Quizás el principal freno que tenga el Intendente capitalino para diagramar su ‘plan de Gobierno 2023’ sea el Macrismo. El Intendente ya manifestó sus deseos de ofrecer al electorado riojano una tercera alternativa, pero si Nación está decidido a arrebatarle al PJ el poder para pintar una Provincia más de ‘amarillo’, APU sería obligado desde Casa Rosada a bajar sus pretensiones. El antecedente del #4J respalda al paredismo: a pesar de una ‘opereta de Mashasha’ en Nación que logró ‘sacar del juego’ al segundo candidato (Galván), Encuentro Por La Rioja pudo ir con su lista propia.
Si Nación ‘no se mete’ (la crisis lo obliga a ocuparse de ‘otras cosas’) y el Paredismo concreta la ilusión de la lista propia, será tiempo de pensar a quién beneficia este nuevo escenario. En las elecciones provinciales que tuvieron lugar durante los últimos años, se repitió la misma constante: el PJ abrumador en el Interior y la oposición con un fuerte crecimiento en el Departamento Capital, que concentra la mitad del electorado de La Rioja. Paredes Urquiza no se va a mover de la postura que adoptó: será un espacio opositor al PJ que encabeza Beder Herrera.
En ese esquema, una nueva alternativa paredista equilibrará el panorama, tanto en Capital como en el Interior: dividirá votos con Julio Martínez en Capital (donde crece la oposición), y le disputará la dirigencia disidente al PJ en el Interior, ya que ‘lo poco que tiene Mashasha’ es radical y se sostendrá en el martinismo. Al respecto, será determinante saber si las elecciones para Gobernador e Intendentes van juntas o desdobladas.
Si se vota -como en Julio de 2015- de manera conjunta, la casi segura reelección de APU en Capital le aportará a su lista a Gobernador un caudal de votos decisivo, que será determinante a la hora de definir al Gobernador. En Capital el PJ tiene un piso alto (25 mil) y un techo bajo: 40 mil votos. La oposición, en cambio, tiene un techo muy alto (70 mil votos), pero si de divide esa cifra en dos listas para Gobernador (Martínez y Encuentro Por La Rioja), la paridad entre las tres listas en Capital, beneficiaría ampliamente al PJ, que con la ventaja que obtenga en el Interior asegurará la continuidad en el Poder.
Seguramente un ‘dirigente común’ dirá que –con ese escenario- el paredismo le será funcional al PJ; sin embargo, una mirada superadora podría indicar que el Intendente capitalino está construyendo su 2023, eligiendo rival. A alguien en el Palacio Ramírez se le escuchó decir ‘el PJ en La Rioja es un ciclo agotado, sea un año o cinco, su ciclo ya tiene fecha de Vencimiento; si llega la UCR, inicia un ciclo, que puede durar poco o –como en Provincias vecinas- puede estirarse hasta tres décadas’. Ese ‘alguien’ no era un paredista más, es de los que integra la ‘famosa mesa chica’.

